Documental dirigido por Jorge Pastor sobre el proceso creativo y transformador de jóvenes intérpretes.
«Henshin», un término japonés que significa «transformación», es el eje central de este documental que explora cómo el arte puede cambiar no solo la forma en que nos expresamos, sino también cómo nos percibimos a nosotros mismos. Dirigido por Jorge Pastor, conocido por su sensibilidad para capturar la esencia humana, el filme sigue a cinco jóvenes intérpretes de disciplinas tan diversas como la danza contemporánea, el teatro físico y la música experimental. A través de sus historias, el documental revela el esfuerzo, la vulnerabilidad y la belleza que hay detrás de cada actuación.
El proyecto nació de una colaboración entre el colectivo artístico La Caja de Música y la Escuela de Artes Escénicas de Madrid, donde Pastor pasó seis meses filmando los ensayos, las caídas y los triunfos de estos artistas. Las cámaras capturan momentos íntimos: desde las primeras improvisaciones en un estudio vacío hasta las lágrimas de frustración y la explosión de alegría al lograr una coreografía perfecta. El documental no solo muestra el proceso creativo, sino que invita al espectador a reflexionar sobre el significado de «encontrar tu voz» en un mundo lleno de ruidos.
Uno de los momentos más impactantes del filme es la secuencia en la que los intérpretes comparten sus miedos antes de una función. Las confesiones, grabadas en plano secuencia, muestran la universalidad de la inseguridad y cómo el arte se convierte en un refugio. Pastor utiliza recursos visuales innovadores, como la superposición de imágenes y el uso del sonido ambiental, para transmitir la intensidad emocional de estos instantes. La fotografía, a cargo de Clara Montes, juega con la luz y la sombra para simbolizar la dualidad entre lo que se muestra y lo que se esconde.
«Henshin» también es un homenaje a la colaboración. El documental incluye entrevistas a los mentores de los jóvenes, figuras consagradas que hablan sobre la importancia de transmitir el conocimiento y de aprender de las nuevas generaciones. Una de las escenas más memorables es aquella en la que una bailarina veterana y una principiante ensayan juntas, demostrando que la transformación es un proceso que nunca termina.
El filme cierra con una actuación en vivo que reúne a todos los protagonistas en un espectáculo multidisciplinar. La cámara se mueve entre el público y el escenario, capturando las reacciones de asombro y emoción. «Henshin» no es solo un documental sobre el arte, sino una celebración de la capacidad humana para reinventarse. Como dijo Pastor en una entrevista: «El arte no cambia al mundo, pero sí cambia a las personas. Y las personas cambian el mundo».