La imagen de Nuestra Señora de la Esperanza, una de las tallas más veneradas del siglo XVIII en Andalucía, ha recuperado su esplendor original gracias a una meticulosa restauración llevada a cabo por los expertos Jesús Salas y María José Luis. El proyecto, que ha durado más de un año, ha combinado técnicas tradicionales y tecnología avanzada para devolver a la obra su belleza y significado histórico. La intervención no solo ha permitido consolidar la estructura de la talla, sino también descubrir detalles ocultos bajo capas de repintes y barnices oxidados, revelando la maestría del artista anónimo que la creó.
El proceso comenzó con un exhaustivo estudio previo, que incluyó análisis con luz ultravioleta y radiografías para evaluar el estado de la madera y la policromía. Uno de los hallazgos más sorprendentes fue la presencia de pigmentos originales en el manto de la Virgen, que habían quedado ocultos tras sucesivas intervenciones a lo largo de los siglos. Los restauradores trabajaron con extrema delicadeza para eliminar las adiciones posteriores sin dañar la capa pictórica original, utilizando métodos como la limpieza con láser y la microaspiración.
La restauración también abordó los daños estructurales causados por la humedad y los insectos xilófagos, que habían debilitado la base de la escultura. Jesús Salas, especialista en escultura religiosa, explicó que «cada grieta y cada pérdida de material era un reto, pero también una oportunidad para entender mejor cómo se construyó la obra». María José Luis, por su parte, se centró en la reintegración cromática, aplicando tonos reversibles que respetan la paleta original sin falsificar su antigüedad.
El resultado final ha sido recibido con emoción por la comunidad y los expertos. La imagen, ahora libre de añadidos posteriores, muestra una expresividad y un detalle que habían permanecido ocultos durante décadas. La diócesis, que impulsó el proyecto, destacó que esta restauración no solo preserva un patrimonio artístico, sino también un símbolo de devoción para generaciones futuras.
La presentación pública de la obra restaurada, acompañada de una exposición temporal sobre el proceso, ha permitido a los fieles y visitantes apreciar la transformación de cerca. Como señaló el obispo durante la inauguración: «Esta Virgen no solo ha recuperado su belleza, sino también su capacidad para inspirar esperanza».